Desde la lejanía te contemplo,
dejando atrás la melodía de la Esperilla.
Vislumbro tus arenosas curvas
y me pregunto:
Desde la lejanía te contemplo,
dejando atrás la melodía de la Esperilla.
Vislumbro tus arenosas curvas
y me pregunto:
En el color oro de tus campos hallo mi riqueza.
Se extienden en todas direcciones, hasta donde alcanza la vista, y más allá.
Sobrepasan el horizonte, en el que veo reflejada tu bella silueta.