Qué más quiere una muchedumbre enfurecida que su objeto de furia en cuestión cometa un error para terminar de rematarlo y condenarlo al fuego eterno. Manel Navarro no defraudó en Eurovisión, al menos a quienes esperaban con ansia verle fracasar.
Qué más quiere una muchedumbre enfurecida que su objeto de furia en cuestión cometa un error para terminar de rematarlo y condenarlo al fuego eterno. Manel Navarro no defraudó en Eurovisión, al menos a quienes esperaban con ansia verle fracasar.